Aquí en el mismo lugar por donde pasan las aves
Y el eco se da la vuelta para regresar al silencio distante
Aquí en donde florecen los planetas y las uvas saben a consuelo salvaje
La luz es un manantial que nos alumbra la tristeza
Aquí nos concedemos una mirada de abismo sin caducidad
Y tus labios saben a alquimia y a cordillera nevada
Aquí en donde las hojas no saben hacia qué lugar partir
Hacia donde esconderse de los huracanes
Aquí en medio del cosmos te digo
Que mis ojos encontraron en tus manos
El consuelo del dolor
Te llamaré esperanza que yo soy tu ciudad hermética
Tu sinfónica audaz
El eterno retorno a tus brazos de fe
A tus olas que mojan mi rostro
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