Al olvido se le olvidó prender la luz
Un día como mañana en que las lágrimas nacieron
de un apucharrado girasol
Un día como ayer en que los arbustos
Dieron frutos de sangre
Se fue
en la noche en que fusilaron las sombras
de los trinos
Las aves se quedaron en el psiquiátrico
en espera del nuevo sol
El olvido quiso enterrarse
entre los besos que
se dan los días martes
los santeros a los santos y los virulentos a la vida
entre los barcos que se van a la conquista del otoño
y los que se quedan en puerto a contar las estrellas marinas
pescadas
el olvido se fue a enterrarse
entre el pánico que genera el pelo púbico de una sirena
y el grito de los mimos cuando tienen hambre
Ah qué pinche olvido
que se tira a la evocación
de los abortos de las cigüeñas
y de los ermitaños que dejaron su caparazón en playas
olvidadas