Hay días tan aburridos que pareciera que la hueva de Dios te estuviera bombardeando, así para mí es Semana Santa, más allá de lo que significa para mucha gente la celebración o el duelo que por siglos se mantiene en la costumbre popular, más allá del encarecimiento de pescados y frutos del mar, más allá de carreteras llenas, balnearios sucios, playas en caos y precios altos, más allá de todo esto, siento que es una de las semanas en las que uno puede extrañar lo que habitualmente hace, no obstante el miércoles pasado fui a un encuentro que fue más allá de lo que pensaba que era.
En Tizayuca, Hidalgo: El Festival músico-literario Ignacio Rodríguez Galván, fue maravilloso, tanto por: la cercanía al D.F., la organización de los anfitriones, el autobuses de ida y regreso, logística y alimentos y por la calidad de los invitados. He de manifestar la calidad de los participantes, provenientes de diferentes puntos del país y del mundo: Javier Norabuena de chile, Lucas Matus, César Cortés, Mauricio Jiménez, Maya Lima, Tania Espinosa, Elsy Ruiz, Tonatihu Mercado, Andrés Cardo del D.F., Manuel Pérez- Petit de España, David H. Rambo que nunca supe de dónde era, y los anfitriones Jorge Contreras y Carmen Saavedra. Faltan muchos en el listado pero mi memoria y mi situación etílica no me permitió conocerlos o de menos enterarme de sus nombres, pero dadas mis exigencias literarias todos tienen un 9.8 de calidad literaria y humana.
El día empezó con una pequeña espera por el Metro Normal de la línea azul, los autobuses estuvieron a tiempo, algunos compañeros tardaron en llegar. El camión iba lleno, de regreso veníamos muy pocos pero muy felices. Llegamos a tiempo al Municipio de Tizayuca, olía a quesadillas con tortillas recién hechas a mano, por qué no? Dijimos la mayoría y, el desayuno, que es la comida principal de todo ser humano, se volvió en eso, el alimento principal para después encomendarnos a colocar nuestras mesas de libros.
A parte de ser invitados a leer nos invitaron a vender nuestros libros y lo que tenemos una editorial lo hicimos. Morvoz, Fridaura, Eterno Femenino, Ediciones Lago, Verso Destierro y Generación Espontánea instalaron sus ejemplares y vendieron. En lo personal, expongo que la venta fue buena y que el interés del público fue demasiado que ahora no tuve que cambiar libros por cerveza con en otros festivales. Tal vez sea un poco blasfemo en este comentario pero es verdad, en otras ocasiones ha sido difícil la venta de libros.
La comida: nunca en la vida había comida barbacoa de borrego de tanta calidad que sólo por eso volveré, el pulque: el mejor del universo (lo anterior pagado por los patrocinadores y por la gente que organiza).
Lecturas: He estado en muchas lecturas y muchos festivales, en esta ocasión la calidad fue: “LA CALIDAD” . Agradezco a Dios padre y a Dios hijo por eso.
Fue una hermosa experiencia, volvería a ir y lo recomiendo.
Hoy fui al centro a buscar batalla, a buscar un bar o una chica de ojos grandes y me regresé con un Borbón en la mano y en estos momentos de box en la televisión escribo una parte de mi memoria que es Tizayuca. Agradezco al espíritu santo por invitarme unas copas hoy. Qué mueran los poetas pero nunca la poesía.
Arturo Sodoma
No hay comentarios:
Publicar un comentario