viernes, 28 de marzo de 2008

Etílica


A Selene porque me volvió a dar palabras
en donde existían las ausencias


El perfume que flota en su cuello
es el destilado de una región desconocida
tal vez sea cebada o caña de Cuba
uvas de la Rioja o maguey del cosmos

al besarla en la garganta recorre el fuego
como si Led zepellin estuviera tocando Tangerine
en nuestras bocas

Calimocho Margarita intestinal réquiem del tequila

Su transpiración es el aliento que da de comer a los agaves azules
Etílica conspiración de unos ojos que saben a malta y a pulque de corazón

Amarla es un reto que el hígado asume
Volverla a besar para mí sería encontrar el ritmo de los rayos
El consorcio de las palabras malditas
La coma que divide al mar de la tierra
El acento de la noche imperial

Despojarla de sus ropas es quitarle el corcho a un cabernet sauvignon
Dejar reposar el vino y degustarlo
Sentir su líquido firme en la lengua
Hasta que el alma se llene de sonido
Y de gorriones lentos suaves

Etílica usted es el vocablo concreto
El paso siguiente para alcanzar el universo
La gota luminosa al final del vaso

Catastrófica fémina danzante
Quietud de los viñedos y de los campos de lunas llenas
Por usted me emborracho cada segundo
Por usted haré millonarias a las empresas cerveceras
Por usted escucho a José Alfredo Jiménez y a The Beatles

Por usted he regresado a escribir el poema inconcluso

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Con cada nuevo poema que se escribe en este blog crece la admiración hacia ese poeta maldito (maldito porque lo odio, no por el estilo de su poesía) y sé que nunca dejaré de sorprenderme de su evolución poética, que ahora con nueva musa ha llegado a un límite impensado. Este poema es sublime, como todos, pero aquí adquiere mayor significado que los demás porque las letras dejan ver restos de un corazón que se ha perdido en un par de ojos verdes y en un pequeño vaso de licor. Felicidades.

Selene Veletti dijo...

Qué hacer cuando tengo en posesión esos ojos verdes que dice Héctor Javier...

Poeta, ¿cómo desprenderme de la telaraña, si estoy cual mosca atrapada en ella?... Me has atrapado con tus letras... y en ellas quedaré... ¿podré con ese peso?

Pero bah, eso no es importante, lo importante aca son mis mejillas sonrosadas al tacto de tus letras.

Un abrazo.

Selene Veletti dijo...

No mames Sodoma, este poema está poca madre... palabras de Rocío.

Anónimo dijo...

yo seria mejor musa jejejejjejeje