viernes, 9 de junio de 2017

Sábado por la noche




Todo me remite a ti:
Las coladeras por donde se suicidan las hormigas
Los andenes   (los trenes son ráfagas sin destino con dirección ausencia)
las mañanas del domingo ( todos odiamos los domingos
yo no quiero ver el amanecer )
La espuma de la cerveza
la piedra
el humo
la llave
eres todo y la última hoja
y el cielo y la distancia

Eres un charco 
también la lluvia

Eres clavel y el llanto del niño que busca la muerte
la palabra y el acento
por donde camino encuentro tus ojos
Hoy fui al precipicio y te divisé en la lejanía
Volabas y caíste para pescar un silencio que sólo el mar entiende

Dentro de un ramaje
el nido de una golondrina se desparrama por el aire
Aire y nido me remiten a ti
El dolor  de los que no saben volar
y se azotan en el piso

La flor que nace reverenciando al sol

y que en su tallo las gotas las desnudan
                                                                       
      
El ir y venir de las nubes
 El gato sordo
que ya no me ve
que  ya no me ronronea
                                               

Hasta el cimiento del árbol que se desprende para dejar su espacio a un miedo futuro


La hoja que deja su rama
La última hoja

 Sin inmutarse el destino me aguarda en el callejón tu sonrisa
Ladrillo que sube a descifrar el cráneo de dios y que le pregunta:
¿Cuántas sonrisas tiene el color de la sangre
cuántas sonrisas saben a cemento
cuántos ladrillos te besan?
           

Dios no habla con ladrillos
 No reconoce a sus semejantes
 Él sólo habla con el silencio
 Tampoco respira de la desdicha humana



ni besa con labios de polvo la muerte
 de sus hijos

                                                        

La muerte de sus hijos me remite a ti (cabezas que ruedan por el desierto como llantas de motocicleta en la ciudad)
El infierno es una mueca que se forma en las mejillas (el resplandor de cada día)
traigo fuego en el estómago                          el estiércol arde por el mundo 
            
Todos contemplamos el desasosiego que nos consume
 Mañana es domingo
y no quiero amanecer







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