Recuerdas esos días en que los alcatraces del parque hundido entintaban tus
pies y tú volabas sobre de ellos cual soberana mariposa vuela por su reino de
locura y arrebato y yo estiraba mis brazos para acogerte como aquella
manzana que ha caído del árbol y ha sido mordida por la serpiente pero
menos por mi boca que desea ser un trozo más de tu alma.
XX, recuerdas la lluvia que transportabas en el cabello el día sábado en que
los paraguas oxidados dejaron de funcionar, esa lluvia tocó superficialmente
tu piel, hoy bajo el sol tembloroso de febrero, este sol que no se define frío ni
oscuro, este sol que calcina pero no calienta, este pedazo de huevo duro, te
pido ser esa lluvia constante que como flujo de río arriba te acaricie vello por
vello hasta aprenderme el nombre de cada uno de tus poros y pronunciar con
megáfono a tu oído, quiero cogerte hoy viernes , hoy en que los policías
bancarios son cada vez más gordos y las secretarias de los diputados del PAN
más putas, hoy que es el día en que procrearemos al nuevo mesías, al que
vendrá a liberar a este mundo jodido de religiones y odio, hoy en que tus ojos
son libélulas diabólicas en busca de un exorcismo.
XX déjame llevarte de la mano a ese sofá viejo y montémonos en él como si
fuéramos relámpagos que cabalgan en la tormenta, un par de niños que
juegan a formar quimeras.
Silencios que se encuentran con el eco y se repiten una y otra vez: El amor
esta en tu boca, el amor esta en tu boca, el amor esta en tu boca, el amor esta en
tu boca, hasta que desaparece y se escuche de nuevo el sudor que caerá como
torre de nueva york después de un ataque terrorista.
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