Madre:
Lamento que bajo mis pies sólo crezcan
intestinos y lunas feroces
fuego para incendiar el alma de las ciudades
lágrimas de los niños que no nacerán
Quise ser un buen hijo
pero con las manos sólo pude construir pólvora y fuego
por eso el crepúsculo sangra
Madre
Por mi culpa las bestias
tragan a sus retoños
Llueve el olor del infortunio
Mi bicicleta no tiene pedales
No tengo a dónde ir
Madre
No me sigas
Mi rumbo no tiene fin y los que me siguen son cuervos
y esperanzas falsas
arlequines dispuestos a disparar
a todo aquel que no tenga vendado los ojos
Madre
La piel de los semáforos tiene cicatrices
Como las de mi rostro
Al sol le duele el alma como a ti
Mi padre tiene diabetes y su coca- cola fría
le sabe a jarabe para el cáncer
Los aviones regresan
sin bombas
Y las muñecas de porcelana
Hacen fila en el puente
Para dejarse caer
Como si fueran niñas suicidas
Que no entienden al mundo
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