De sonámbulo en tus muslos orquidéandote a besos
En la almohada cobijándonos de sales
Encopándonos los senos con vino de la noche
Acicalando palabras bermejas y zancudizandote las nalgas
Con metáforas de centeno y malta
Oh musita oh musita:
en mi oído las piedras suenan a silencio
y tu voz arranca sedimentos anochecidos de mi alma
para que nos abaniquemos la paz con las plumas que se nos caen
4 comentarios:
Me plaît beaucoup.
me too, oh musito
Tus musas, todas reunidas, tus musas y tú.
B.
qué onda, este poema debería de estar dedicado a mí, las señoritas no existen y los celtas tampoco
sodoma, exijo un poema!!
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