sábado, 3 de mayo de 2008

Poema atómico




Vamos a bombardearnos con palabras nucleares toda la espalda
Acequiarnos y hacer que el sudor recorra la zanja donde encuentro consuelo
construir trincheras en el colchón

Lancémonos mensajes ultrasónicos miradas capullo
Caricias imperialistas

Dónde quedaron los misiles clandestinos

Ven y acámpame la playa sítiame

(Napoleón no sabe de estrategias militares
Ni de golpes de estado
Ni entiende como unos senos pueden conquistar al diablo)


El frente de batalla ha crecido

Eres kamikaze eres F-15
Soy un proyectil guiado que impactara tu retaguardia con una potente cabeza explosiva

Piernas de Armada Real corazón de Luftwaffe

Cazabombarderos nublan nuestro cielo
Nuestras almas no saben de flaquezas
Son llamas impetuosas en el desdén de la muerte

El manual de contrainsurgencia dice:
Si la rebelde trae sostén quíteselo sin remordimiento
Si son más de dos oponga resistencia hasta que llegue la caballería pesada
Embárrese en el lodo pecho tierra arrincónela déle duro por todas partes
Sumérjase como submarino salvaje en su sembradío solemne
Hágase el muerto que piense que nunca más se levantara e inicie la contraofensiva

Asedio es dejar sin salida a un aliento que pide ser esclavizado

Acecho es encadenar con la mirada al oponente

Qué se pudran los neutrales los conciliadores no conocen la paz de la carne

Uranio en el pecho
Uranio en el contorno y el retorno
Fisión nuestros cuerpos liberan energía

Nos fisionamos nos fusionamos nos fusilamos
De vez en cuando soy futurista cuando tu voz me lo pide

Futuristas en la época del caudillismo empresarial
Futuristas en el cuarto
Hombre de metal y mujer con ojos de lanzagranadas
Fuego y contrafuego
Somos la velocidad luz que viaja y atraviesa el horizonte

Somos el poema atómico que hace el amor mientras la tele nos blande con el canto de Hiroshima






3 comentarios:

Selene Veletti dijo...

¿Te has dado cuenta que casi nadie nos firma, excepto tú y yo recíprocamente?

Anónimo dijo...

chido el poema ¡arthur!

Aldo Cicardi dijo...

Sinceramente no me gustaría hacer el amor mientras la tele me blande con el canto de Hiroshima... Un texto bastante frenético pero que cumple su objetivo. Chévere.