jueves, 22 de mayo de 2008

Virado en Azul*





Ella cumple años y no es nada de su piel ni de sus ojos lo que hace que todos los agostos se vuelvan tristes, los años también son desnudos y lentos, el azul eléctrico de este nuestro cielo empieza a gotear, el tren recorre la ciudad mientras los saxofones hablan de amor y de múltiples viudas que se acuestan con las manos en el vientre queriendo morir al besar el cuerpo de Dios.
Ella cumple años, amaneció sin recuerdos, la lluvia es eterna y desde lejos la mirada de los viveros extrañan sus pasos. Amatista luz eléctrico, alguien dirá sentado en su sillón: “en martes los silencios son más frecuentes, las nubes dibujan cuerpos de mujeres desnudas y los alacranes comen a sus hijos cuando no tienen a quien amar”. En este momento alguien muere fornicando a su perro mientras miles mueren en la soledad del exilio de sus ojos.
Ella cumple años y su nombre se me ha olvidado, sus besos eran del color de los labios de las muertas, su sonrisa mar devastador sin palabras, aurora suicida, lluvia ácida con miel maple y dos onzas de ron. Estoy tan lejos de la nostalgia pero es necesario llorar cuando graniza.
Ella vive sin miedo, sin grietas en el alma, sin sueños sombríos y sin fantasmas que la torturen. Ella duerme como un río desembocando en el mar o como las gotas de rocío cuando se resbalan por las hojas de los tulipanes. Ella cumple años hoy y yo estoy tan lejos de su aliento que mi corazón azul marino duerme con sueños sombríos, con fantasmas, con grietas y con miedo de arrancarme los ojos como lo hacen las hadas cuando tienen mal de amor.
Mis manos frágil aire sin poderla tocar, sus manos luna embalsamada de llanto, de sed y de hambre queriendo abortar cuando dice adiós con dolor.
Ella de párpados de sirio, devoradora de muertes, pies descalzos en el pavimento mojado, ella inhala el azul de la tormenta, el azul del invierno, el azul del odio, el azul de los años, el azul del mar, el azul de las entrañas de mi cuerpo, el azul de los ciegos.
Ella cumple años y no es nada de su piel ni de sus ojos lo que hace que todos los agostos se vuelvan azules.

* Poema publicado en el 2004 en mi primer libro llamado: Lágrimas difuntas

Lujuria




I

Y nos dirán putas
Con las piedras harán bólidos y nos los aventarán
Nos señalarán con sus paraguas
y con las puntas de sus zapatos nos patearán el alma
Tratarán de tirarnos sin paracaídas de la torre sexual
Y me abrazaré de ti como si fueras mis alas
Y tú comerás de mis labios
Te morderé pubis-luz generoso manantial de lo indescifrable
te morderé Manzana púbica

Nunca dejarán de vernos
Siempre juzgarán tu aliento aferrado al mío

Toujours
Je soufflerai ton coeur

Seremos los mismos que abusan de las inclemencias
Tú y yo haremos el réquiem de los lujuriosos
El canto de los cálidos hemisferios
El big bang del sexo

¿Quieres bailar sobre mi espalda?



II


Quiero apretarte las nalgas y amalgamarlas hasta crear un sólo mundo
El mundo donde yo pueda caminar sin tener que pagar peaje
Ni a los hombres de buena voluntad
Ni a los académicos que se erotizan leyendo a Pita Amor

Me acercaré a ti cuando el metrobus avance y ni un diente de ajo quepa
Te tomaré de la cintura y te apretaré hasta que sientas
mi fecunda poesía en tus dunas redondeadas ( porciones carnosas del deseo)
Tejeremos el vals del roce

Y nos llamarán perras en apogeo
Y voltearán a vernos
Y los hombres de sotana querrán separarnos
Nos pisarán con sus plegarias

Y te deletrearé la espalda con mi lengua
Y nos dirán putas
Y nos juzgarán de por vida y de por muerte
y qué importa si nos flagelan con sus discursos monoteístas o pancreáticos
bien sabes que entre poeta y musa no es necesario hacer preguntas
cuando el olor de la entrepierna aflora el universo

y qué importa en verdad qué importa
el juicio de los optimistas
y de los descarriados
ellos no conocen tu sexo hirviendo
no han probado tus pezones de otoño-infierno
no saben que cuando se te besa el cuello
un quejido nace y atraviesa el concreto

todos los días soplaré tu corazón


III


Qué más da si muero hoy o muero mañana
He conocido el paraíso al penetrar mis ojos a tu ombligo

Somos los días del exilio
El sustrato de la lujuria
Eres para mí lo que la luna es para los lobos

y te sabrás deseada
como tal caminarás por la calle
te dirán puta
y yo me acercaré a tu oído y te diré:
eres la encarnación de la Magdalena
contigo sea la luz contigo sea por siempre
















sábado, 3 de mayo de 2008

Poema atómico




Vamos a bombardearnos con palabras nucleares toda la espalda
Acequiarnos y hacer que el sudor recorra la zanja donde encuentro consuelo
construir trincheras en el colchón

Lancémonos mensajes ultrasónicos miradas capullo
Caricias imperialistas

Dónde quedaron los misiles clandestinos

Ven y acámpame la playa sítiame

(Napoleón no sabe de estrategias militares
Ni de golpes de estado
Ni entiende como unos senos pueden conquistar al diablo)


El frente de batalla ha crecido

Eres kamikaze eres F-15
Soy un proyectil guiado que impactara tu retaguardia con una potente cabeza explosiva

Piernas de Armada Real corazón de Luftwaffe

Cazabombarderos nublan nuestro cielo
Nuestras almas no saben de flaquezas
Son llamas impetuosas en el desdén de la muerte

El manual de contrainsurgencia dice:
Si la rebelde trae sostén quíteselo sin remordimiento
Si son más de dos oponga resistencia hasta que llegue la caballería pesada
Embárrese en el lodo pecho tierra arrincónela déle duro por todas partes
Sumérjase como submarino salvaje en su sembradío solemne
Hágase el muerto que piense que nunca más se levantara e inicie la contraofensiva

Asedio es dejar sin salida a un aliento que pide ser esclavizado

Acecho es encadenar con la mirada al oponente

Qué se pudran los neutrales los conciliadores no conocen la paz de la carne

Uranio en el pecho
Uranio en el contorno y el retorno
Fisión nuestros cuerpos liberan energía

Nos fisionamos nos fusionamos nos fusilamos
De vez en cuando soy futurista cuando tu voz me lo pide

Futuristas en la época del caudillismo empresarial
Futuristas en el cuarto
Hombre de metal y mujer con ojos de lanzagranadas
Fuego y contrafuego
Somos la velocidad luz que viaja y atraviesa el horizonte

Somos el poema atómico que hace el amor mientras la tele nos blande con el canto de Hiroshima






el árbol de la tarde triste