martes, 17 de abril de 2012

Culichis Town




Vine por un descalabro de tiempo

por un accidente caí aquí

el sol a media asta guía a los que no sabemos amar

a los invasores de ciudades de fuego y de nenúfares

Culiacán es un lugar donde el otoño no existe

y la nostalgia es trova de unos ojos que se amarran a un árbol

los colgados piensan que tal vez un día llegue la lluvia y caiga con ella el rencor

que se tiene por no saber que inhalar absurda concentración de cocaína

en la mesa que se encuentra afuera del parque Obregón

que a las dos de la mañana brilla por tanto polvo blanco y por las lentejuelas de los travestis

que se ponen a la moda de York en el parque donde todo pasa:

un gorrión herido de bala danza con una ala rota el baile del venado

un payaso grita comamos poesía gritemos poesía lloremos poesía caguemos poesía

ese maricón que tanto grita huele a la desesperación de las palmeras por no poder irse al jardín botánico donde es el Paradise de un Dios que se vio obligado a encerrar lo bello del mundo en dos kilómetros cuadrados para que no viniera la bestia a comerse lo que quedaba de mundo

el payaso sigue gritando poesía con cereal es nutricional

poesía con bombas molotov es la nueva onda

poesía con ballenas es no tener madre

poesía a las rocas es beber con garganta de marinero furioso



en Culichis Town hasta los más endemoniados pueden caer bien o caer mal según sea el tamaño del paracaídas

los viejitos se toman de las manos y esperan el fin del mundo ella le dice a él: quiero morir amarrada de tus arrugas y de tus canas que son mis hilos para tejer futuros rotos

èl le dice a ella: estoy a tu lado porque mis pies ya no supieron andar sin tus ojos ciegos y mi calzado es demasiado pesado sin tus alas de paloma gris



En el Town las chicas que trabajan con faldas azules y blusas azules en un centro comercial azul

caminan como si estuvieran cargando en sus monederos al hombre elefante



Yo enciendo el Mustang blanco que me prestó un chico que le dicen Panda enciendo el estéreo The Doors y velocidad es la mezcla perfecta para alguien que no sabe como suicidarse

recorro a 100K/H hacia la capilla de Malverde:



Pinche Malverde te pongo un dólar y un churro de marihuana sólo concédeme casarme con la más bella de este establo

Pinche Malverde no me falles que yo no creo en ni un santito pero dicen que tú lo haces todo bien y le voy a creer a la plebada

Pinche Malverde no me dejes solo ni de noche ni de día que si vienen los soldados me van a dar en la madre y a esos culeros si les tengo miedo

Pinche Malverde no seas ogt y que se me haga la buena con la morra de playa las Glorias



.

Al salir de la capilla forrada de billetes me encontré a una vaca

era hermosa que daba leche blanca como cutis de una caracola marina

habrá sido un regalo del Malverde?

Algo así para cuidarme y hacer queso y de èl ganar dinero y del dinero tener una casita

Y de la casita una dama y de la dama una familia y de la familia un perro labrador

Y del perro labrador unas pulgas y de las pulgas unas ronchas y de la ronchas la sangre y de la sangre alimento de los dioses y de los dioses tenerlo todo

Ese Malverde bien que es milagroso el cabrón

Me acerque a mi regalo cuando una troka con los jinetes del apocalipsis la balearon y muy eufóricos con sus vocecitas de las tinieblas gritaron:

Ya tenemos ofrenda pal Malverde

Tatatatatatata tatattatatata tatatatatatattatatattata ta ta



Del cielo granizaron casquillos

Ella me miro con sus ojos de granada terrorista

Y yo me subí al mustang con placas AK-47

Con tanta tristeza como quien pierde su prosperidad

me fui a comer una carne asada y una horchata de coco

aquí en Culichis town todos tenemos una melancolía de pólvora que pronto va estallar



En el Town las mujeres

le dan jaque mate al rey

al poeta más que más disquemásinsurrecto

al narco más hippie

o al más rancherote

o al más orate o al más que más

tatatatatatatatatatata tatatatatatatatatata tatatatatata ta ta

Las mujeres que por aquí andan son nubes que se llaman suspiro

Se llaman maquinita de ferrocarril

se llaman sudor de afrodita

Se llaman Cánnabis que si les pides respiración de boca a boca

serás igual de bella que la manzana de Adán mordida por Eva

Las mujeres se llaman princesas de la calle faroleada

Las mujeres de Culiacán tienen la sonrisa de un velero que se hunde en el río

Donde los peces flotan boca arriba porque no saben nadar de otra forma



En Culichis Town amamos a las mujeres que se visten con el terciopelo del sol

y nos tiramos al puente donde los narcos ponen mantas

que escriben con sangre de los alacranes sin aguijón

y con la muerte de los cerdos románticos

que como yo caen sin saber si es la última o la primera vez que conocen el abismo