martes, 5 de agosto de 2008

POESÍA LECTURA POESÍA


Aquí

Aquí en el mismo lugar por donde pasan las aves
Y el eco se da la vuelta para regresar al silencio distante
Aquí en donde florecen los planetas y las uvas saben a consuelo salvaje
La luz es un manantial que nos alumbra la tristeza
Aquí nos concedemos una mirada de abismo sin caducidad
Y tus labios saben a alquimia y a cordillera nevada
Aquí en donde las hojas no saben hacia qué lugar partir
Hacia donde esconderse de los huracanes
Aquí en medio del cosmos te digo
Que mis ojos encontraron en tus manos
El consuelo del dolor
Te llamaré esperanza que yo soy tu ciudad hermética
Tu sinfónica audaz
El eterno retorno a tus brazos de fe
A tus olas que mojan mi rostro









La mujer que escucha al tiempo

La mujer que escucha a las rocas no habla
La mujer que escucha a las ardillas no dice hola
Esa mujer se mece en un columpio y voltea al cielo
Para ver a los zancudos aparearse

Nunca había visto a una mujer que sólo escuchara
Ella sabe lo que dicen las hojas en el piso
Y los ladrillos de las catedrales

Ella en el columpio
Columpiando el sonido
Columpiándose el alma

Ella escucha a las cadenas
Oscila y escucha
Se balancea

Sube los pies y toca una nube
Deja sus oídos en el aire
Escucha el claxon de un escarabajo

Sabe diferenciar el ruido de una gota de lluvia en el concreto
Al ruido de una lágrima concreta en el espacio

Distingue muy bien el habla del mar atlántico al del pacifico

Ella escucha a las grietas de las nubes
Escucha cuando Dios llora
Escucha y se mece
Oscila y escucha a sus cabellos como rozan con el viento

Ella en el columpio sonríe
Y escucha
El tiempo se mueve

lunes, 4 de agosto de 2008

Morir en el intento

siempre hay fe y siempre se muere en el intento de sobrevivir

aún hay vida aún respiro aún te quiero luna guerrillera

domingo, 3 de agosto de 2008

De domingos dolororosos


duele como duelen las flores apagadas


en el fin del alba un pétalo se estrella con la luz

duele

estoy en la frontera sigo el camino me tropiezo con un minuto

duele

tiempo que duele y no espera en la sala de espera del tren

duele el paso siguiente la huella de atrás y la de enfrente

ay dolor mío deja de doler tanto

duele la lluvia en el paraguas
duele el resfriado en los zapatos

duele y no calla
es tan ruidoso este dolor
que necesito taparme los ojos para no sentirlo

hoy mi sonrisa estática es diferente a la de los otros días
hoy hasta las muecas de las mejillas me duelen

ay dolor mío cuándo te iras a buscar
otra piedra
otro árbol
otro dolor
otro domingo

duele como duelen las estrellas cuando explotan en el cosmos
duele como duelen los domingos en las arterias

viernes, 18 de julio de 2008

Si tuvieran alas


Para Abril Albarrán









Si las mujeres tuvieran alas
Podrían diagnosticar el tiempo
Sabrían de antemano cuando se aproxima la lluvia
Y dejarían caer sus plumas para que siempre fuera otoño

Algunas serian mas parecidas a los cuervos
Otras sin duda serian refrigeradores voladores
Y otras sólo escobas en el cielo

La mujer de la esquina sería una arpía de colección
La del sombrero blanco una pañoleta movida por el viento

Ah si las mujeres tuvieran alas
No tendríamos aeroplanos
Ni convenciones de helicópteros de guerra
(Ellas no harían conflicto alguno sólo nos verían con ojos de fuego profundo y nosotros con ojos de alta mar desierto)

Lámparas en vuelo
Golondrinas tristes
Amorosas en el aire
Siempre entregándose al próximo huracán

Si las mujeres tuvieran alas nosotros los terrenales
Escalaríamos rasca cielos para poder contemplar sus ojos
Y ellas nos verían desde las nubes
Tan lejanas
Tan celestiales

miércoles, 9 de julio de 2008

El ombligo de la musa




Siempre hay una guerra en su ombligo
miles de soldados que se disputan ese pedazo de luna
cráter inamovible insostenible ingobernable

ese montículo interno pide paz
y yo como buen tirano le pongo los grilletes

Guerrillera



No puedo dejar de escribirla
deletrearla como si fuera el universo
transcribirla poroporporo
colmarla de letras colocarlas por todo su cuerpo
vestirle de vocablos la entrepierna
dibujarla con puntos y comas

y de extrañarla como quien extraña la guerra después de la paz

Usted es la palabra preferida que guardo en la boca (clandestina)
subversiva mantis posada en una flor de concreto
sus ojos son la melancolía de la tarde
es el poema que aún no escribo
el poema que habla de sus labios contra mis labios,
es una lágrima que se revienta en el espacio
es el himno de los que morimos todas las noches
es la otra música (la música de los que luchan por el paraíso)

mi lucha es conquistar sus pies boreales

sus pupilas tienen el color de la tierra mojada
saben a fuego cruzado
huelen a la trémula soledad y a la muerte insurrecta

Yo pongo las estrellas en su ventana
el que implora con el alma desgarrada su regreso
soy el que quema las naves el que pone banderas en el cielo
el que la espera en la orilla del precipicio
el amante incondicional el cómplice inconsolable

soy el que la ama el que la desea
el que pintó una luna en la oscuridad para que ella la viera
soy su escriba el de la rosa sangre
el de la letra uva
el que se arroja al fuego
el que se quema

domingo, 6 de julio de 2008

En la ventana





Mis ojos son los del gato
detrás del vidrio
que ve pasar al ratón
sin poder estirar la garra
y comérselo tras un maúllo

Lo de allá afuera
es un remolino de rostros
Un galgo a velocidad luz
Un ave en busca de un panteón
Las larvas de la identidad
El soliloquio de la tarde

Todo se puede ver
detrás del vidrio
La flor amarilla que se pasea por la calle
La flecha roja que aún no le atina a un corazón
El señor gris de la bufanda gris
Del silencio gris del aroma gris
Que se detiene para ver volar
a la paloma gris hasta el desierto de la esperanza

Mis ojos son los del gato
que ve al pordiosero
estirar la mano
Para que los granizos del invierno
le estigmaticen la palma

Hay una mujer
petrificada en espera del viento veraniego
Un niño la acompaña
El sólo espera que su madre se mueva
para seguir indagando la lluvia
o la lágrima de un padre
ya muerto

Ahí están todos
Los liberales cargando la cruz
Los conservadores maquillados y de tacón
Los perros olfateando las colas
De otros perros
La viuda de la esquina
El maestro que habla solo
por los callejones
El chapopote de los mestizos afrancesados
Los nacionalistas que venden a sus abuelas
por un trago de tequila Mao Tse Tung
Los oportunistas de la religión
Los caudillos del marketing
el pasto las lombrices
Las hojas que se han de comerlas orugas
La tierra y la luz
La luz de un sol
que se marcha hacia el exilio

Mis ojos son los del gato
que prefiere morir de hambre
antes de salir y cazar al ratón















Poema para la mujer que no habla






Eres hermosa como el humo de los barcos que cruzan el pacifico
como la vértebra de la esquina rota
al igual que la canción nunca cantada
o la oración de los mudos
así de hermosa eres

Hermosa
abril que llueve y no deja de florecer charcos
caída y callada
Afonía que termina al llegar al infinito

Complejidad del perfume transparente

Liadísima cabellera
mar destierro

Hermosa y desnuda ante la pupila porosa del concreto
hermosa y constelada pincel de trazo firme
hermosa y fugaz trino de avión solitario

Hermosa
Con ojos que quieren decir algo
Y se quedan quietos
Como reloj en letargo
Como sinfónica en silencio

Hermosa y callada
Callada y caída
Como el mutismo de la nieve

jueves, 19 de junio de 2008

Indescifrable





Cómo le digo
para que las catapultas de mis labios
no suenen a piedras molidas

A dónde me voy a la diestra de sus pupilas
o a la siniestra de sus oblicuos silencios

De qué manera se describe
a la tristeza más profunda
si tengo en la garganta un ladrillo
que no me permite acariciarla con melodías

Cómo descifrar a tan barroca mirada
lustre cielo de pinceladas fugaces
cómo se deletrea a unos ojos que pueden humedecer
la sala de espera del mausoleo
o toda una noche completa

Acercarme a usted no sería tan sólo para contemplarla
(flor umbral principio del deseo)
si me acerco sería para gravitar en sus pétalos
como lo hacen las abejas
para musitarle con las alas todo su tallo

Seré el sempiterno líquido que la moje cuando tenga sed

Cómo le digo para que no suene a venta de enciclopedia británica
Ni a ruego inútil de pecador en la iglesia

De qué manera se zurce a una nube
O cómo se le canta a un gorrión
Cómo besar con boca de ciudad taciturna
a corolas clausuradas

Cómo le digo que usted es la palabra
que aún no descifro
El soplo de la noche
Toda exageración puede ser su boca
Todo río sus muslos
Todas las olas
Todos los vientos

Cómo le digo me hace falta aire y no puedo
Cómo le digo carajos cómo demonios le digo
Toda sulfurosa partida
Un pedazo de mar en su ombligo
El silencio y el eco
El ángel o el dragón

Cómo le digo
Sueño de una noche de mayo
Cómo le digo
Flor que amanece con los ojos desorbitados
Cómo le digo
Pasión y piélago
Fusión y pierna suelta en un puente de piedras medievales
Cómo le digo carajos carajos
Cómo le digo amor cómo le digo
ahora y siempre en la mañana y en la noche
en el fin y en el principio
cómo le digo ahora que me he quedado sin su aliento
chingada madre cómo le digo