lunes, 23 de enero de 2017

Monique


Le pido a Dios en silencio
Que tus pies no se aburran de mis frases
Ni tus senos de mis ardientes pupilas
Los labios que tengo forman parte de los lunares que tienes

Le pido a la Virgen del  invierno
Que cada quince días me quede atrapado
Entre tus piernas como sediento
Que exprime el jugo de la naranja
Y la bebe sin piedad de rodillas

Le pido a la madre de la tierra
Que los soles no se oscurezcan
Ni los brazos bailen sin tu cintura
De flores que nadie conoce

Le pido a la muerte
Que no me contagie de silencio
Y de bares vacíos donde los ebrios son espejos
Y todos lloramos porque la peste
Deambula por las calles

Te pido a ti
Mujer amante de la soledad
Que la taquicardia no nos mate
Ni la angustia acelere nuestros años
Tampoco que las campanas callen a la mitad de la noche
Cuando tres besos abren tus calzoncillos cielo
Azul como lo son las terrazas de un pueblo mágico
Te pido que el vino no termine
Que el ombligo sea mi copa
Y tus nalgas los tambores del gurú
Adivinaré con el sonido nuestro futuro
Dejarás soltar el cabello
Y yo te pediré
Un litro de caricias
Y ni la desesperación
Ni el tumulto de los adioses nos joderan
Porque tu soledad es la mía
Tan encarnizada
Que dormir contigo
Es como anochecer en la luna
Y sonreír cuando es derrocado
Un presidente
Porque nosotros
Ya no estaremos en la tierra




sábado, 21 de enero de 2017

Principios (Fragmento)

          
                                                          
                                               En el centro de la plaza la rota cabeza del poeta
es una fuente.
            Octavio Paz

1
Ojalá uno no  muriera del golpe de cabeza
que da el viento cuando nace
para abrir de en verdad los ojos
y ver los aromas que cantan en la luz

ojalá naciéramos con el alma abierta
para dejar entrar los sempiternos arrullos
de los caracoles apareándose en el pasto
a la piel

pero venimos aquí
a este círculo invadido de volcanes
con armaduras que hicieron los dioses
de hierro tan invisible
(casi agua)
del espesor del miedo
que no dejan penetrar
los trinos después de la lluvia





viernes, 13 de enero de 2017

Detrás de tus ojos de drogadicta

Detrás  de tus ojos de drogadicta
hay un mundo incesante
olas que chocan con barcos fantasmas
manzanas en bocas de caballos que relinchan el sueño del pasto
humo que parpadea cuando las pupilas ríen


nostalgias apagadas en las banderas de las Plazas de Armas
 relámpagos viajeros 
los ves y los ves
con tu mirada de sinfónica que toca  el Réquiem
para las espaldas mojadas
que cruzan los ríos huyendo del fuego 
y la sequía de los pueblos de barro
Jinetes galopan entres las piernas
(Hormigas)
Que no descansan en el cemento

Detrás de tus ojos Heroína
Las montañas tremendamente 
Se esconden de la ciudad
son jovencitos que se fugan de las contemplaciones
De los adultos
Atrás del hierro las arboledas alcanzan el infinito 

Detrás de tus ojos el mundo es la revolución de los dientes de león en el aire

Drogada de los sonidos horizontales
Del verbo vaporoso inexacto y de las voces del burdel
Tus pupilas dilatadas proyectan la gran noche
 Que se traga al ocaso

 
el universo y los pabellones de la muerte
el rifle y la cruz
lo sagrado en los labios que se marchitan
el desencanto en las grietas cubiertas de moho
 las  heces del viento
el sudor de los burócratas el amor pagado de los congresistas  
toman forma de remolino y se desploman dentro del lacrimal
ahora tus lágrimas son polvo de cocaína

    
Detrás de tus ojos hay jóvenes
Inyectándose las venas

Para sobrevivir al borde de la niebla 




sábado, 7 de enero de 2017

lamento

Lamento no traer la boina de ferrocarrilero con la que pedía boletos
Viajar en tren hacia fábricas donde vimos nacer nuestros hijos
Llenos de cables y de cobre

Lamento no acabar de golpear la pared
Lo sé
Es nuestra
Es la vida inútil y porosa como el concreto
Acertijos de polvo y ecos que guardamos con las edades
De niños abrazábamos los recuerdos que no existían
Ahora con qué seguimos si después de la roca se encuentra la muerte

Lamento no besar a mis hermanos el día del post Apocalipsis
Soy tan estúpido que desde que se fueron a perseguir luciérnagas
No encuentro sus rostros

Lamento haberte dicho marrano o marrana
Para mi los espejos tiñen cicatrices

Hoy la casa vive con flores
Lamento convulsionar en principios de enero





martes, 3 de enero de 2017

Tus ojos



                                                


Verde umbral por donde viajan los esqueletos de las nubes,
 café  de tierra con olor a mar de amatista.

Por tus ojos pasan las palomas mensajeras con las cartas de amor a las víctimas de la guerra,
pasan los huracanes y muelles de países que estuvieron escondidos bajo el ala de un colibrí.

Pasto de luz: tus ojos mueven al mundo,
lo aclaran,
 nieve que copula con la madera y el oleaje de fondo.

Mirada a mirada el cosmos se entreteje frente a tus ojos.
Unión de arcilla y aurora boreal,
el cielo desbándese y cae un pedazo,
pupilas  como jaulas encierran la paz y el alpiste,
pupilas malabares,
albatros que aterrizan en carreteras largas provenientes del diluvio.

Aceituna,  ojos terroristas.
Ahogado me vuelvo hacia el iris, sepultura  de crisoles y lunas que cuelgan como collares en lo infinito,
 debajo de las ramas los grillos se despiden cortándose la piel al entonar el chillido de sus patas, eclosionan las estrellas,
 tu mirada pertenece al gris de las rocas que en silencio caen sepultando la oquedad que nos vende las trampas de la vida. 

Esos dos ojos son las tardes de noviembre, ellos tocan el aire, el pico de los pinos, 
beben agua sagrada,
gotas de noche, caminan sobre los lagos  y  llueven.

Tus ojos: bosques milenarios en donde las aves alojan el canto de los colores.
El infito reza,  tus ojos anidan:
                                               mueren.