miércoles, 23 de noviembre de 2016

No quiero ir al paraíso hoy



Quiero quedarme hasta fin de siglo
entre tus niñas que son pan y leche
para el hambre que tengo
No cargaré la bandera de los que se quedaron emancipados en revoluciones

No conquistaré más reinos ni del cielo ni de la tierra
Me conformo con colocar el meñique
en tu ombligo
Orilla de donde comienza todo
y profundidad de la nada
que azota a la tempestad
y a los ríos y a las quimeras
y al tiempo que tampoco es nada

No quiero ir al paraíso
Porque sé que estaré
Contigo bajo cero
A pulso del recuerdo
a pulsaciones de estrellas que fueron utopías
una distancia tras otra que se come el laberinto de nuestra soledad
y de la chingada que nos ha parido


No quiero ir al paraíso
Tengo tierra firme en tus pezones
y deseo colocar los labios en volcanes de fuego
Prometo no ir al paraíso
porque debajo de los blue jeans
Después del botón y la cremallera
Del bikini de encaje
de la piel y la humedad de los muslos
que tiemblan como cielos virginales
se escucha la canción de los que queremos irnos al exilio

Prometeo sin cadenas quiere ser libre y extrañar a las águilas
Desde tus muslos




jueves, 17 de noviembre de 2016

La noche de los meteoritos



Soy una prostituta
dejé de querer el día de acción de gracias
cuando los pétalos fueron presa del invierno
y la leña sucumbía ante el fuego de la chimenea
por donde baja santa clos rojo
manchado de sangre

Soy una reina que desea  un mundo donde los padres no violenten a sus hijos
y ellos no le saquen los ojos a los cuervos
que se asoman a la ventana por alimento
donde el rocío venga a enseñarme la crueldad de los azotes de la tempestad

Quiero morir en el columpio
que caiga mi lánguido cuerpo y se den cuenta
los que me observan
que las hojas de otoño somos secas y no hay agua para revivirnos
quiero morir en la soga que ahorcaba a mi amigo de la infancia
eran lindos sus ojos y brillaban sus palabras

Soy una prostituta que quiere morir
La noche de los meteoritos

Abrazada de mis hijos y de todos sus padres

martes, 15 de noviembre de 2016

Después del túnel




El mismo cielo habla de tu sonrisa de ancla marina
Cuando ríes los arroyos ondulan sus aguas para que en el paraíso
se vean los círculos y los ángeles sepan que eres feliz

Feliz no porque  te he dado un beso en la mejilla
No porque la indigencia se ha acabado en el mundo
No porque hay pan y miel en la boca de los niños del siglo 21
Feliz porque el techo de los edificios es multicolor

Hay un arcoíris por cada paso que das
Y eso ni los alquimistas modernos saben cómo lo haces
Y lo haces como si fuera cualquier cosa
Como los carpinteros modernos hacen los ataúdes
de los que mueren de frío y soledad
Como los robots codifican los genes para crear al súper hombre
Como aquel que inventa la nueva bomba que llenará el alma de cáncer
a los niños antes de nacer
 y quemará a los pájaros heridos

Pero tú eres feliz porque brillas como aquella bomba que no ha sido inventada
Brillas igual que una mujer de Hiroshima cuando a las 8:16 Little boy la tocó
Como árbol de navidad que se quema porque la conexión eléctrica ya estaba vieja


Irradias luminosidad como un recién nacido que abre los ojos en el tren de los                 indocumentados
Y todos lo abrazan y lo quieren pero no saben qué hay del otro lado del túnel

















jueves, 10 de noviembre de 2016

Relámpagos


1
Suena el teléfono
Lo lamento estoy
un poco destruido para escuchar
tus pupilas y los relámpagos
han secado la sonrisa del niño
él tiembla como lo hacemos tú y yo
el frío abraza como la madre
y apachurra el corazón
en tiempos de insomnio

2
Te marco
Sé que la lejanía son las teclas de un teléfono
O las alas mojadas de la paloma
Que lleva el mensaje
El relámpago quemó al nido
¿a dónde vamos?
La paloma busca tu nombre
Tú no contestas
Y yo no encuentro el camino
La lluvia no me deja ver


3
El eco del relámpago suena a la bala de un sicario
O el impacto de una futura guerra
Donde tú yo estaremos viendo a los muertos por t.v.
Y quizás uno de los dos agarre el teléfono
Y le pregunte al otro:
¿Cuántos cadáveres has contado?
Tal vez uno de los dos llorará
Y tal vez uno de los  dos dirá
Afuera son miles
Pero dentro de nosotros
Son millones







lunes, 7 de noviembre de 2016

Nuestros rostros




Hoy tienes el rostro de quien no sabe que ha matado a una estrella, y lo presientes porque tus ojos brillan de inocencia, de inocencia táctica, oceánica táctica que advierten la batalla.
Hoy tienes el rostro de un avión perdido, una aeronave de papel que vuela allá, lejos, no sabemos dónde encontrarlo, ¿ se encontrará hundido en selva y lodo? ¿O viajará por los aires juntos a cuervos pálidos en busca del espantapájaros?
Tienes el rostro de no haber tomado miel con leche ni agua de la tormenta que revivió a los navíos del desierto, hoy tu sed es de cristal quebrado, riachuelo sin sueño que no llega a mojar el nervio del tiempo, azul profundo.

Hoy, mi niña, los dos tenemos los rostros de un animal torturado, lento y poseído por el invierno, el rostro de los maniquíes abandonados y desnudos con la peluca gris mal puesta, el rostro de los corderos sacrificados por berrinches de los dioses,  ¿ pero qué hacemos? Más que llorar y llorar frente a nosotros mismos.

viernes, 4 de noviembre de 2016

La mujer que escucha




La mujer que escucha a las rocas no habla
La mujer que escucha a las ardillas no dice hola
Esa mujer se mece en un columpio y voltea al cielo
para ver a los zancudos aparearse

Nunca había visto a una mujer que sólo escuchara
Ella sabe lo que dicen las hojas en el piso
y los ladrillos de las catedrales

Ella en el columpio
columpiando el sonido
columpiándose el alma
Ella escucha a las cadenas
Oscila y escucha
Se balancea
Sube los pies y toca una nube
Deja sus oídos en el aire

Escucha el claxon de un escarabajo
Sabe diferenciar el ruido de una gota de lluvia en el concreto
del de una lágrima concreta en el espacio
Distingue muy bien el habla del mar atlántico de la del pacífico
Ella escucha a las grietas de las nubes
Escucha cuando Dios llora
Escucha y se mece
Oscila y escucha a sus cabellos cómo rozan con el viento

Ella en el columpio sonríe
Y escucha

                                        (El tiempo se mueve)







jueves, 3 de noviembre de 2016

Tu vientre




Tu vientre: es el horno y el pan, las manos de la harina, el trigo revolcándose con el tiempo,  las mañanas de café y aves migratorias, niños que danzan como papalotes para no llegar tarde a la lluvia.

De él nacen flores de río, el olor de de la noche húmeda, las estrellas se acomodan, tu vientre: plano astral, deja que mis besos descifren horóscopos.

Lo veo,  soy una pluma de gorrión en el universo, barco de papel en tierra fluvial, lo veo, todo es carne, cielo y viento. Luz de campo donde el cazador es la presa y el venado come pétalos y soles. Espejo donde la muerte no pretende verse ni escucharse, lo veo, aquí bebemos las hojas de otoño y el fuego  del crepúsculo bailarín.

Tu vientre: jardín impronunciable, equinoccio caminante envuelto de canto. Tu vientre es el mundo iluminado por la sonrisa de los niños que juegan en las plazas. Me acuesto en él, sobre él, como ola que se despide del mar y abraza las huellas de los viajeros perdidos. Tu vientre: vestigio de lo infinito, balada de entretiempo tocada por hojas de abeto que mis oídos escuchan.  













miércoles, 2 de noviembre de 2016

Niña-Sol



Necesito decirle que cada silencio en mi alma es suyo
 también el barro que se forma en las manos
 tras horas de trabajo en la soledad
 son las horas ahogado en pensar en su boca
 primeros rayos del sol que necesito
 para iluminar mi oscuro cuerpo
 Oscuro porque la ignominia de los banqueros salvajes
 y la agitación que viene junto a la guerra me mantiene congelado

 Usted niña-sol puede verter sus brazos y devolverme el aire
que me fue quitado por las balas del nuevo siglo

Hoy es martes  o  sábado  y por lo general  empiezan los temblores en mi espíritu
necesito verla
 acompañar su cabello con la mirada de niño depresivo
que mis ojos  compraron en un mercado de pulgas

 Acariciarla para no sentir miedo en la noche en que los brujos vienen por mí
 para sacarme la sangre y llevarla al templo de los hombres que no duermen
 de los que le deben la vida al diablo
 Sálveme no me deje morir en este mundo de políticos sin causa y con las bocas llenas de rabia

 No deje que me lleve la mala hora
El destino de las piedras que se hunden en lagos secos
 llegue pronto
 antes que mi cuerpo se encuentre en un aparador
 como maniquí roto  que anuncia lo peor de la moda

 Niña sol venga por mí que  el rostro se me va marchitando